


El edificio fue construido en torno a 1880, y en el primer cuarto del s.XX intervino en él José Espiau y Muñoz dotando al conjunto de la unidad estilística que se ha preservado en la intervención.


La organización funcional de la manzana y las distintas partes que componían el conjunto primitivo se conservan y reconocen en el proyecto de reforma: El elemento principal es la parcela interior a modo de corral de vecinos con acceso a través de la casa tapón situada en calle Puerta de la Barqueta, flanqueada por dos casas de pisos, y rodeada hacia el exterior por viviendas yuxtapuestas con fachadas a las calles Torneo, Resolana y Vib-Arragel.
El interior se proyecta con un lenguaje arquitectónico más actual, subrayando el contraste entre las partes protegidas y las zonas de nueva construcción. El patio se diseña con formas sinuosas y predominio de las franjas horizontales, construyendo una imagen más suave y amable del espacio común.
En las viviendas, desarrolladas en su mayoría en dos niveles, se persigue potenciar la luz y la espacialidad mediante la variación de alturas, el empleo de materiales livianos y naturales, y la integración de estancias. La edificación cumple con los requisitos de sostenibilidad BREEAM.


La actuación incluye la reurbanización de todo el entorno de la manzana: se han mejorado las condiciones de accesibilidad, incrementado el arbolado con nuevos alcorques y añadido carril bici, con el objetivo conjunto con la edificación de cualificar el espacio urbano de este acceso norte al centro histórico de la ciudad.

Fotografías: Javier Orive